Parte Dos

Siempre me encantaba mi habitación en esa casa. Pequeña pero cómoda, son esos colores que me hacen sentir como en casa. Supongo que es por eso que he decorado por mínimo, la cocina con los mismos marrones y azules. Mi cocina es compacta, sólo hay unas ollas y sartenes, platos blancos e índigo, que alguien podría ver desde la mesa hecha de madera del color de chocolate, y sus sillas con almohadones azules. Al otro lado de la mesa hay dos sillones, uno para mi compañero de cuarto, y uno para mí, un sofá en el centro, para cuando tenemos amigos aquí. Entre el sofá y las butacas hay dos mesillas, donde puedes encontrar un florero de vidrio verde con flores de lienzo blanco y almidonado, y arriba de la otra mesa, hay una imagen de mi amiga, con quien comparto estos cuadros, y su novio italiano, con sonrisas falsas delante de un restaurante ambiguo. La imagen es de nuestras vacaciones a Francia el verano pasado. Nuestros dormitorios y el baño crecen los únicos otros cuadros en nuestro apartamento . Las paredes de mi habitación están pintadas de rojo, y me encanta la gran ventana que permite ver la salida del sol, cuando me levanto para trabajar. También en las paredes hay discos de música antigua clavada como obras de arte. Mi cama es blanca, y a un lado puedes encontrar un pequeño sofá y una lámpara, donde leo y escribo. En contraste, el único otro cuadro tiene mucho morado y verde, y el sol que fluye a través de las cortinas brillantes dan a la habitación un suave resplandor.

Miré mi reloj, y iba los dos, cuando oye un golpe siniestro en mi puerta, y levanté para abrirlo.

Cuando abrí la puerta, vi a un hombre alto y moreno. A pesar de la manera siniestra con la que se acercó a la puerta, su novia corrió a abrazarlo. Ellos no se habían visto en las últimas semanas, porque él estaba en un viaje de negocios. Ninguno de nosotros sabía exactamente que es su trabajo - sólo que ganó un montón de dinero, y a veces tenían armas en su maletín. Eso fue suficiente para que yo no quiera preguntar nada más. Hace tres semanas, prácticamente se metió hasta el apartamento, una herida de bala en el hombro. Se negó a ir al hospital. Le he dicho Emilia, mi amiga y su novia, que no es seguro a ser su amante, pero el amor causa hacemos cosas locas.

Para Empezar

Creo que debería empezar por una introducción acerca de mí. Las cosas básicas no son demasiados interesantes. Por ejemplo, me llamo Lauren, soy una estudiante, tengo un perro...ahora, ¿me entiendes? Suficiente. Vamos a hablar de algo un poco más interesante ¿de acuerdo? Podrías preguntarte por qué estás leyendo este blog. Y déjame decirte, me lo preguntaba también. Finalmente decidí escribir una novela. Una entrada, un capítulo, y, al final, un cuento. Bueno, no hay mejor momento para comenzar que ahora, ¿no?



Cuando la luna aparece al mediodía, siempre sonrió. Es como si la luna, con su resplandor brillante, estuvieran buscándome especialmente a mí, entre todos los millones de bosques y mares. Vivo en un apartamento pequeñísimo en el corazón de la ciudad. Al lado de mi apartamento hay un edificio de oficinas. En la interior los trabajadores ocupados desarrollan unas tecnologías que no podría soñar con utilizar correctamente. Soy horrible con las computadoras y todo lo relacionado con ellas. De hecho, es sorprendente que me guste la vida de la ciudad, después de haber crecido en cientos de hectáreas en el norte de Montana, con mi hermano, Zack. (Lamento tener que decir que hemos perdido el contacto desde aquellos días.

Y eso es todo por hoy. ¡Sigue leyendo para averiguar más!